El Trabajo Social en el Ámbito Judicial: Un Enfoque Integral y Transformador
Introducción:
El trabajo social en el ámbito judicial es esencial para promover la justicia social y garantizar el bienestar de las personas en situaciones vulnerables. Los trabajadores sociales no solo intervienen en el ámbito de la familia o la comunidad, sino que también desempeñan un papel crucial dentro de los sistemas judiciales, colaborando en procesos legales complejos y brindando apoyo tanto a víctimas como a perpetradores de delitos. Su labor va más allá de la mera intervención; se trata de ofrecer un enfoque integral que considere factores sociales, psicológicos y económicos.
Campos de Acción del Trabajo Social en el Ámbito Judicial:
1. Intervención en el Sistema Penal: Los trabajadores sociales juegan un papel clave en el sistema penal, tanto en el apoyo a víctimas como en la rehabilitación de los infractores. En el caso de las víctimas, realizan evaluaciones psicosociales que ayudan a determinar el impacto emocional y social del delito, asesorando a jueces y fiscales sobre las necesidades de las víctimas, como protección y apoyo psicológico. En cuanto a los infractores, trabajan en programas de reintegración, buscando alternativas a la prisión, como la mediación o el trabajo comunitario.
Ejemplo práctico: En muchos sistemas judiciales, los trabajadores sociales participan en programas de justicia restaurativa, que buscan reparar el daño causado por el delito a través del diálogo y el acuerdo entre víctima y agresor. Estos programas han demostrado ser efectivos en reducir la reincidencia y promover una rehabilitación más completa.
2. Trabajo con Menores y en el Sistema de Justicia Juvenil: El trabajo social en el sistema de justicia juvenil es una de las áreas más sensibles y fundamentales. Los trabajadores sociales intervienen en casos de menores en conflicto con la ley, proporcionando evaluaciones psicosociales, recomendando medidas cautelares y colaborando en el diseño de programas de rehabilitación. Se enfocan en abordar las causas subyacentes del comportamiento del menor, como problemas familiares, de salud mental o de abuso, y promueven alternativas al encarcelamiento, como el internado en instituciones educativas o programas de reintegración familiar.
Estadística: Según el Instituto Nacional Penitenciario (INPE) y el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de Perú, en 2020 había aproximadamente 1,500 menores en situación de internamiento en centros especializados de atención juvenil en Perú. Estos menores se encuentran en instituciones públicas y privadas destinadas a la reinserción social y educativa.
3. Intervención en Casos de Violencia de Género: En el ámbito judicial, el trabajo social también desempeña un papel crucial en los casos de violencia basada en género. Los trabajadores sociales ayudan a las sobrevivientes a navegar por el sistema judicial, proporcionándoles apoyo psicosocial, acceso a recursos y medidas de protección, como órdenes de restricción. Además, asesoran a los jueces sobre las dinámicas de poder y control en situaciones de abuso, proporcionando una perspectiva que va más allá de lo estrictamente legal.
Ejemplo: Según los reportes del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP), en 2023, los Centros de Emergencia Mujer atendieron más de 90,000 casos de violencia familiar y sexual en todo el país. De estas mujeres, una proporción significativa fue atendida por trabajadoras sociales.
Estudios indican que las intervenciones psicosociales realizadas por trabajadoras sociales en estos centros tienen un impacto positivo en la recuperación de las víctimas. Según una evaluación del MIMP, el 70% de las mujeres que recibieron apoyo psicosocial en los CEM reportaron mejoras en su bienestar emocional y mayor autonomía.
4. Protección de Derechos Humanos y Defensa del Acceso a la Justicia: Los trabajadores sociales también desempeñan un papel activo en la promoción de los derechos humanos dentro del sistema judicial. Esto incluye la defensa de los derechos de grupos vulnerables, como migrantes, personas con discapacidad, personas LGTBI+ y personas en situación de pobreza. Los trabajadores sociales abogan por un acceso equitativo a la justicia, ayudando a que las personas que enfrentan discriminación puedan acceder a representación legal adecuada y a servicios de apoyo.
Estadística: En su Informe Anual de 2022, la Defensoría del Pueblo de Perú destacó que más del 80% de los casos en los que intervienen trabajadoras sociales en el ámbito judicial están relacionados con derechos humanos, en particular con el acceso a la justicia para grupos vulnerables como mujeres, niños y personas con discapacidad.
Un informe de Human Rights Watch sobre la justicia en Perú indicó que la presencia de trabajadoras sociales en los tribunales mejora la efectividad de los procesos judiciales, ya que facilitan una mayor comprensión de la situación social y emocional de las víctimas, lo que contribuye a decisiones judiciales más justas y respetuosas de los derechos humanos.
El Enfoque Sistémico, Interseccional y de Género en el Trabajo Social Judicial:
El trabajo social en el ámbito judicial no puede limitarse a una intervención aislada. Es necesario adoptar un enfoque sistémico, interseccional y de género para comprender cómo los diferentes factores sociales, económicos y culturales interactúan y afectan a las personas involucradas en procesos judiciales.
• Enfoque Sistémico: Este enfoque se basa en la idea de que las personas no deben ser vistas de manera aislada, sino dentro de un contexto más amplio. El trabajador social examina las relaciones familiares, comunitarias y sociales que influyen en las decisiones y comportamientos de los individuos .
• Enfoque Interseccional: La interseccionalidad se refiere a cómo diferentes identidades sociales (como género, clase, raza y orientación sexual) se intersectan y afectan las experiencias y oportunidades de las personas. En el trabajo social judicial, este enfoque permite reconocer las múltiples capas de discriminación o vulnerabilidad que pueden experimentar ciertos grupos.
• Enfoque de Género: El trabajo social judicial debe reconocer las desigualdades de género, especialmente en situaciones de violencia doméstica y de género. La violencia y la discriminación de género a menudo son factores subyacentes que afectan las decisiones judiciales y las medidas de rehabilitación.
Conclusión:
El trabajo social en el ámbito judicial no solo busca intervenir en momentos críticos, sino transformar las condiciones que generan injusticias. Con un enfoque integral que combina la atención individual con el análisis sistémico, interseccional y de género, los trabajadores sociales tienen un impacto significativo en la promoción de la justicia social. Su papel es esencial para garantizar que el sistema judicial no solo castigue, sino que también rehabilite y proteja, contribuyendo a una sociedad más equitativa y justa
Fuentes:
Instituto Nacional Penitenciario de Perú (INPE) (2020). Estadísticas de Menores Privados de Libertad.
Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP). (2023). Informe Anual de Atención a Víctimas de Violencia de Género. Recuperado de https://www.mimp.gob.pe.
Bravo, L. (2020). La intervención de las trabajadoras sociales en el contexto de violencia hacia la mujer en Perú. Revista de Trabajo Social, 18(1), 45-59.
Ministerio de Justicia y Derechos Humanos (MINJUSDH). (2023). Informe sobre la atención a víctimas de violencia en el sistema de justicia. Recuperado de https://www.minjus.gob.pe.
Human Rights Watch. (2020). Informe sobre el acceso a la justicia en Perú: Desafíos y avances en la protección de los derechos humanos. Nueva York: Human Rights Watch.
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