Trabajo social y su aporte en el abordaje a la movilidad humana

Por Nelly Tuesta

Es una realidad que las personas migrantes y refugiadas de nacionalidad venezolana según cifras oscilan entre 1 millón 300 mil habitantes en el Perú, la movilidad humana es un fenómeno social que obliga a la población a migrar por razones de violación sistémica de derechos humanos en su país de origen, en este desplazamiento son vulnerables y están expuestos a sufrir violencia de genero, trata de personas y explotación sexual laboral que impacta de mayor manera a las niñas y mujeres. 

     Sumado a ello la condición  pobreza, los refugiados enfrentan numerosas barreras como por ejemplo la condición migratoria irregular, que los excluye del mercado laboral formal, de acceder a la salud y la educación, asimismo problemas asociados a la salud mental les dificulta reconstruir sus vidas, les vuelve más vulnerables a la violencia, también la falta de habilidades exigidas por el mercado, que impide a los refugiados obtener sus medios de vida y les deja expuestos a varios tipos de explotación laboral o les empuja a adoptar mecanismos de afrontamiento negativos. 

Frente a ello el Proyecto "Alma Llanera" de CARE PERÚ busca generar un entorno protector donde las personas migrantes y refugiadas accedan a los distintos servicios y programas sociales y puedan ejercer sus derechos ciudadanos y lograr una calidad de vida con inclusión social. Se enfoca en los componentes de protección, salud, salud mental y medios de vida.

En el proyecto tengo la función de especialista en protección, en este componente se busca que las mujeres y niñas refugiadas, tenga mejor acceso a servicios diseñados para reducir los problemas de protección y las violaciones de sus derechos.

Como trabajadora social realice la propuesta de instrumentos para la identificación y abordaje  de vulnerabilidades, factores de riesgo y factores protectores de las personas refugiadas y migrantes, asimismo se implemento la estrategia de fortalecimiento familiar, trabajando en cada hogar aspectos como la identidad, el buen trato con enfoque de género y la movilización de redes comunitarias.

También se realizó la gestión de casos sociales de personas en situación de vulnerabilidad y sobrevivientes de violencia basada en género, brindando asistencia humanitaria y fortaleciendo capacidades para el acceso a oportunidades.

Se propusieron estrategias para movilizar y promover las redes comunitarias y redes institucionales, generando espacios de intercambio cultural con la comunidad de acogida, brindando información permanente y haciendo llegar los servicios del proyecto y del Estado hacia el territorio.

Se generaron mecanismos de derivación y articulación frente al abordaje de la violencia basada en género en población migrante y refugiada, apostando por la identificación oportuna de sus necesidades especificas e insertando las demandas y propuestas en las agendas públicas a nivel de gobierno.

Se promovieron capacitaciones tanto a entidades estatales como a asociaciones venezolanas lideradas por mujeres, para brindar herramientas de incidencia y vigilancia ciudadana, participamos en espacios de concertación en los distintos ámbitos de intervención Lima, Callao, Tumbes, Piura y La Libertad, tales como Instancia Regional, Provincial, Distrital de Lucha contra la violencia de la mujer y miembros del grupo familiar, La Comisión Regional para la Lucha Contra la Trata de Personas, el Tráfico Ilícito de Migrantes, la Mesa de Concertación de Población Migrante Refugiada, el Grupo de Trabajo para Refugiados y Migrantes GTRM entre otros donde se coordina el  diagnóstico, la planificación multisectorial, y la incidencia con las instituciones del gobierno y la sociedad civil frente a las necesidades de las personas venezolanas migrantes, solicitantes de refugio, refugiadas.

Asimismo se han impulsado talleres para la elaboración de la Agenda Publica de la Mujer Migrante, donde las mujeres lideresas han dado a conocer su voz a través de demandas y propuestas que han sido presentadas ante los candidatos a las alcaldías en las zonas de intervención, lo cual se ha insertado en los Acuerdos de Gobernabilidad promovidos junto a la Mesa de Concertación de Lucha Contra La Pobreza.

También quiero comentarles que en el proyecto "Alma Llanera" como trabajadora social estuve a cargo de la planificación, monitoreo de los indicadores del componente y de la organización del equipo para su cumplimiento.

En esta experiencia resalto nuestra labor desde el rol planificador, identificando necesidades socioeconómicas y vulnerabilidades, como también factores protectores de afronte, rol de gestor de casos sociales, canalizando dichas necesidades y fomentando el acceso de oportunidades, rol preventivo promocional movilizador de redes familiares, comunitarias e institucionales, rol mediador y de negociador, generando la incidencia política y la toma de decisiones.





Fuente de las fotos CARE PERÚ

Comentarios

Entradas populares